Hace unos días, una persona me sorprendió al decirme que ella entendía que el inglés británico era el inglés “como debe ser” y, por eso, era importante que en el colegio de su hijo le enseñaran ese inglés y no el americano. Me pregunto si esa persona también pensará que el español de España es el español “como debe ser”.

¿Te imaginas que viniera un gringo a Chile y quisiera aprender español “como debe ser”? ¿Qué le dirías? ¿Que se tapara los oídos cuando escuchara “cachai?”, “estai” y, sobre todo, cuando escuchara la muletilla que en las redes sociales escribimos como “wn”?  Espero que no, porque ese pobre gringo se quedaría sin entender la mitad de lo que hablamos. Me imagino que, en ningún caso le sugerirías que pronunciara la “z” como en España y, si tuviera la «desgracia» de haber aprendido algo de español en ese país, más de alguno se reiría cuando dijera “suzio” y no “susio” (al tratar de decir “sucio”). Pero entonces ¿qué significa aprender el español “como debe ser”?

Para mi es obvio que el español de España no es el español “como debe ser”. Después de todo, yo hablo español y no siempre le entiendo a los españoles. En realidad, lo que la mayoría de la gente tiene en mente cuando piensa en su idioma “como debe ser”, piensa en algo muy abstracto, casi artificial.

Si no me crees, piensa en los dvds de películas que dan la opción de audio. En algunos encontrarás la opción “español neutro” ¿sonará ese español como el de España, Chile, Argentina, etc.? No, pero lo podrán entender en todos esos países. En otras palabras, no conocerás en vida absolutamente nadie que hable como los personajes de esa película en ese audio, sin embargo, la corrección –o fidelidad a la lengua- con que hablan te permitirá entenderles.

Pasa lo mismo con el inglés. Aquellos que quieren aprender el inglés “como debe ser” o un “inglés neutro” deberán resignarse a aprender algo artificial. ¿Es esto bueno? Depende. Todo depende. Sin duda es bueno en el sentido de que todos los hablantes nativos te entenderán, aunque evidentemente no sonará “natural”. Ahora, si sólo entiendes el inglés neutro, evidentemente tendrás problemas, pues podrás comprender una mínima parte de lo que cualquier angloparlante diga.

¿Todavía no tienes claro qué es lo mejor para ti? Insisto, depende de tus objetivos. Si quieres sonar parecido a un hablante nativo, deberás decidir si quieres hablar como británico, como norteamericano, como australiano, etc. E incluso así, puede que no suenes “nativo”, pues no tendrás un acento “local” (los de Alabama no hablan como los de Nueva York, por ejemplo).

A mi modo de ver, no vale la pena hacer el esfuerzo por parecer nativo, excepto si quieres dedicarte a la actuación (aunque, si lo pienso, tampoco se justifica en este caso, porque tendrás tiempo de preparar el modo de hablar de cada personaje).

Lo que pasa es que nadie habla perfecto ¿para qué ponerse una presión innecesaria? Lo realmente indispensable es que, cuando hables, te entiendan. Por eso, un acento y vocabulario “neutral” basta.

Pero ojo, el vocabulario «neutral» puede no ser el más efectivo en distintos contextos. O ¿acaso crees que conseguirás algo de un adolescente si le dices que lo “exhortas” a hacer tal o cual cosa?

En este sentido, una persona que haga un uso adecuado de distintos registros, es decir, que hable distinto en un contexto u otro, mostrará un dominio más avanzado de la lengua. Pasa también en nuestra lengua materna. Por ejemplo, cuando en un hospital o clínica pregunto por el estado de salud de un paciente, espero que la persona que me de el informe sea capaz de decirme algo como «está estable dentro de su gravedad» y no un simple «está bien» ¿se entiende?

Lo mismo ocurre en la otra parte que es necesaria para decir que uno sabe el idioma: la recepción. Ya he dicho que, si sólo dominas un inglés “neutro”, no comprenderás lo que la gente dice. En cambio, si eres capaz de entender distintas formas que los hablantes tienen de expresarse (ya sea por diferencias de acento o de contexto), menos límites de comunicación tendrás. En consecuencia, mientras más registros logres comprender, mejor será tu dominio de la lengua.

Si vas a comprar boletos en el Barbican Centre (en Londres), créeme que no te hablarán de la misma forma que el señor que descarga cosas de un camión y bloquea la entrada del museo que quieres visitar, pero es probable  que, si estás de visita en la ciudad, necesites comunicarte en ambos casos (es lo que a mí me pasó).

Pero no te engañes. En rigor, no es necesario (ni posible) dominar todos los registros existentes. Piensa que así como puede que tú no seas capaz de entender la conversación en español de un par de adolescentes, lo más seguro es que un hablante nativo de inglés tampoco entienda todos los registros.

Por esto creo que, mejor que aprender sólo “inglés americano” o “inglés británico”, es ser expuesto a la mayor cantidad de acentos y registros, especialmente si quieres viajar por el mundo. Claro que, si te vas a mudar a Canadá, la prioridad debería ser familiarizarse con ese acento antes que nada (pero no exclusivamente, recuerda que allá encontrarás otros inmigrantes que tendrán su propio acento).

Podría seguir, pero por ahora prefiero terminar, invitándolos a reflexionar sobre sus objetivos. Si quieres poder hacer en inglés todo lo que haces en español, piensa qué habilidades tienes en tu lengua materna y lo que realmente necesitas hacer en otra lengua.

Yo hablo inglés de manera fluida, pero siempre digo que mi español es mejor que mi inglés, porque, por ejemplo, leer a Shakespeare se me hace cuesta arriba, mientras que para leer el Quijote no tengo mayor inconveniente. Claro que me gustaría llegar a leer Hamlet como leo el Quijote, pero en estricto rigor, no lo necesito (al menos de momento).

Asimismo, si tú dominas todo un lenguaje técnico correspondiente a tu profesión, debes saber que para andar de turista no necesitarás aprender lo equivalente en inglés, pero sí tendrás que hacerlo si deseas asistir a congresos o trabajar en el extranjero.

Por último, si estás conforme hablando “chileno” y te vas a vivir al extranjero, es probable que quieras aprender la lengua que se usa en el lugar de destino, y no sólo una lengua artificial.

Piénsalo. Así, podrás plantearte metas «prácticas» (lo que debes conseguir) y otras más «soñadoras» (lo que algún día te gustaría lograr).

¡Hasta la próxima!

 

 

Deja un comentario